Uno de los puntos críticos al iniciar un proyecto de implantación ERP es la elección de la herramienta a utilizar. Entre las preguntas a realizarse, hoy nos detendremos en si lo que necesita la empresa en cuestión es un ERP horizontal o un ERP vertical.
Implantar un ERP no es tarea fácil, pero la necesidad de gestionar de forma eficiente los procesos de las empresas, lo convierten en una herramienta indispensable. Dada la envergadura de estos proyectos, más que nada por la repercusión que pueden tener en la compañía, las decisiones han de tomarse de forma pausada, analítica y segura.
Como de costumbre, la respuesta a la pregunta que ahora nos ocupa dependerá de varios factores que vienen marcados por la propia empresa, el sector, el mercado o el modelo de negocio. Por tanto, más que una respuesta firme y válida para cualquiera, intentaremos ofrecer un método para valorar en cada caso la adopción de uno u otro modelo.
Implantación de un ERP horizontal
Contar con un ERP de este tipo no quiere decir que sea inamovible. De hecho, lo más frecuente es que las empresas elijan esta opción incluyendo una serie de adaptaciones o desarrollos a medida para adecuarlos como un guante a su caso particular. Esto entraña algunos riesgos (que se dispare el presupuesto o que el fabricante se desentienda del soporte) pero contar con un implantador líder con experiencia y un robusto departamento de soporte puede eliminarlos.
Este tipo de ERP está pensado para realizar funciones de gestión típicas en cualquier empresa y por tanto puede ser usado por cualquier compañía para labores de contabilidad, facturación o compras, entre otras. Pero es importante realizar una profunda reflexión sobre su empleo para evitar que los procesos core se realicen fuera de un sistema de gestión que debe ser integral.
Ventajas de un ERP horizontal
- Precios más asequibles.
- Implantaciones más rápidas.
- Mayor capacidad de innovación y desarrollo.
Desventajas de un ERP horizontal
- Dificultad para reflejar procesos muy específicos.
- Riesgo de sobre coste si se incorporan desarrollos a medida.
- Riesgo de no ser utilizado por no adaptarse 100% a la empresa.
Implantación de un ERP vertical
Contar con un ERP vertical o especializado, en general, es recomendable si la actividad de la empresa es muy especial o si el sector al que pertenece la empresa es determinante para su gestión. Se pueden encontrar programas de gestión empresarial para casi cualquier sector, como la construcción o el transporte, o incluso ir más allá hasta por ejemplo, la fabricación de ventanas.
Este tipo de ERP está pensado para un sector o un nicho concreto, intentando estandarizar al máximo los procesos habituales de esa área de actividad.
Ventajas de un ERP vertical
- Adaptación a procesos globales de ciertos sectores.
- Evitan desarrollos a medida clásicos.
- Conocimiento profundo del sector o nicho en cuestión.
Desventajas de un ERP vertical
- Mayor coste de implantación, soporte y mantenimiento.
- Riesgos asociados a ser un producto exclusivo de una única empresa.
- Módulos poco flexibles que no se adaptan a las empresas en cuestión sino a los sectores o nichos.
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